El día está gris, está nublado;
y tras el cristal de la ventana escucho el llanto del viento.
Disfruto del placer de la angustia y la tristeza,
mas no importa sigo día a día como antes, fiel a mis sentimientos.

Nuevamente sola, como aquella noche en que lo conocí.
Estoy como ausente y le miro como algo que ya no me pertenece,
no sé que hacer porque como mariposa aun ronda en mi memoria.
Y no hago otra cosa que en silencio escuchar su voz.

La calle de enfrente se ha pintando de ausencia,
y lloro estas, mis últimas lágrimas, mientras la vecindad duerme.
Siento un sabor a miel amarga en los labios;
quisiera, como quisiera retener el ayer que se me escapo de las manos.

Que amor mas extraño.
Creó ilusiones con suaves besos que me dio en el alma.
Invadió mi corazón con ternura poco a poco;
obligando a mis sentimientos, a vivir y morir, de la noche a la mañana.

¡No voy a buscarlo!... porque sé que me espera,
porque le encontraré en cada hombre que lleve su nombre.
Pero necesito estar cerca de él,
para no desangrar más esta herida.

No me queda mas que guardar esta historia de amor bajo las piedras,
mientras mis poemas sufren y me desangran por dentro.
Buscaré entre lo escrito y mi interior, unas palabras que no se hayan dicho.
E iré aprendiendo del dolor de volver a estar nuevamente sola,
hasta que llegue el día de no mirar por esa ventana

~*~ Diosa De Fuego ~*~

Noviembre 2003